Herreros

El oficio de herrero desempeñó un papel fundamental en la actividad agrícola de Azuara, al asegurar el herraje y la salud de las caballerías. La primera referencia de la presencia de herrerías en el municipio data de 1772, con carácter público y uso comunitario. De hecho, las fraguas cumplieron con una importante labor social, como espacios de reunión para aquellos vecinos que no disponían de suficiente dinero para ir a los cafés.

A partir de la década de 1960, con la introducción del tractor, la actividad se orientó hacia la reparación de maquinaria agrícola y la fabricación de elementos metálicos, abandonando progresivamente el herraje tradicional.

En la fotografía se pueden ver a José María Alconchel y su hermano Emilio en la puerta de la herrería. Los jóvenes del fondo son Julio Lozano y Ramón Bernad.