Proyecto
Hazal, Azuara entre cultura, es el proyecto con aplicación en Azuara de un innovador Sistema de Gestión del Patrimonio para Municipios en Riesgo de Extinción.
Su objetivo es conseguir municipios más activos en lo cultural, social y económico, en base a un desarrollo colaborativo y sostenible.
¿Qué es un municipio en peligro de extinción?
Según el INE, son aquellos municipios de menos de 1.000 habitantes que sufren envejecimiento demográfico, falta de relevo generacional, baja natalidad y escasez de puestos de trabajo.
¿Por qué el patrimonio?
El patrimonio es el gran SÍMBOLO de lo intangible. Vamos a activarlo.
El patrimonio representa la identidad de una comunidad y de un territorio, sus batallas ganadas y perdidas, sus más profundas necesidades y anhelos. El patrimonio somos nosotros convertidos en tierra, vegetación y piedra.
Reivindicamos el patrimonio como eje poderoso capaz de dirigir la gestión integral del desarrollo cultural, social y económico de un territorio. Para ello, debe ser ACTIVADO: recordándolo, recuperándolo, reformulándolo y utilizándolo.
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RECORDAR
Capturar las historias encerradas en el patrimonio, nos recordará quiénes somos. -
RECUPERAR
Recuperar el patrimonio mantendrá sus valores y potencialidades con nosotros. -
REFORMULAR
Reformular el significado de los elementos patrimoniales los acercará a la sociedad actual. -
UTILIZAR
Concebir el patrimonio como una herramienta útil y no como un fin en sí mismo, cambiará el paradigma de su gestión.
El problema
El equilibrio se ha roto
Los municipios en peligro de extinción han tratado de afrontar la gestión de su patrimonio mediante metodologías tradicionales. Estos métodos requerían un equilibrio entre recursos disponibles y bienes patrimoniales. Sin embargo, desde hace más de medio siglo el equilibrio no existe.
La realidad económico-demográfica actual no permite una gestión tradicional. La realidad se ha actualizado, su gestión no.
La solución
Un nuevo método.
Para mejorar la gestión debemos utilizar todas las virtudes de los métodos tradicionales, tales como la rigurosidad técnica y el foco a largo plazo.
Además, la nueva metodología deberá aportar visión, flexibilidad y colaboración.
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VISIÓN
La utilización de documentos directores tradicionales ha conducido en muchos de estos municipios al inmovilismo. Las acciones planteadas implican tantos recursos, que acaban por abandonarse.
El tiempo es ahora: vamos a actuar hoy. -
FLEXIBILIDAD
La circunstancia contemporánea que viven estos municipio es altamente variable. Por ello sus intereses, urgencias y prioridades se ven constantemente alteradas.
El lugar es cambiante: Vamos a adaptarnos a él. -
COLABORACIÓN
Hasta hoy se ha reservado a la Administración el rol de gestora del patrimonio. Hemos dejado de sumar por el camino, innumerables buenas ideas, generosos esfuerzos y valiosas aportaciones económicas.
Los agentes somos todos: Vamos a multiplicarnos.
¿Cómo lo hacemos?
Hemos aprendido a ver los árboles en el bosque.
Hemos fraccionado el tradicional plan director de patrimonio hasta encontrar su unidad mínima, el germen de donde nace.
Ello nos ha hecho descubrir que tras la palabra “patrimonio” existe una maravillosa complejidad, que sólo puede ser abordada desde el estudio de cada uno de los elementos y acciones que la componen.
Maravillosa complejidad
Navegar en la complejidad, implica conocer muy bien sus piezas y cómo estas se relacionan entre sí.
Hemos fraccionado el patrimonio en tantos elementos como lo componen.
Cada ermita, edificio industrial, paraje natural, tradición o documento histórico es una UNIDAD patrimonial.
Hemos fraccionado el tradicional documento director en tantos elementos como lo componen. Cada reportaje fotográfico, planimetría, investigación histórica, consolidación o comunicación son ACCIONES del proceso de gestión patrimonial.