Patrimonio agroganadero-natural
Inexacta y continua (los primeros pajares datarían de época musulmana)
Zona norte del Casco Urbano
Ruina
Las eras y los pajares son espacios ligados al cultivo del cereal. Las eras, generalmente de planta circular, se utilizaban para extender las espigas y realizar la trilla mediante el paso del trillo, buscando separar el grano de la paja. Se trataba de una labor que no requería gran esfuerzo físico y que podía ser realizada por mujeres, personas mayores y niños.
Una vez finalizada la trilla, se procedía al aventamiento, consistente en lanzar al aire la mezcla para que el viento separara el grano de la paja. Anexos a las eras, se encontraban los pajares, construcciones destinadas al almacenamiento de la paja ya separada, fundamental para la alimentación del ganado.
En 1935, Azuara contaba con 289 pajares, a los que se sumaban los 22 de las eras, que contaban con corral. Compartir eras y pajares era lo habitual entre las familias humildes, mientras que una pequeña parte de la población carecía de los mismos.
“Caballerías, trillo y conductor daban cientos de vueltas sobre la parva al sol del verano que era cuando mejor se desgranaba el grano del cereal. Era un trabajo monótono que en muchas ocasiones hacía que la persona que conducía se quedara dormida y se saliera el trillo de la parva. El botijo a la sombra del pajar calmaba la sed, un pequeño lujo era beber en vaso una gaseosa de sobre “El Tigre”, y pasada la media tarde tras la merienda, se procedía al aventado lanzando al aire el cereal con la paja desmenuzada”.
José Román Roche Nebra
La modernización agrícola ha supuesto que el conjunto de eras y pajares esté en riesgo de desaparición. Algunos pajares persisten como almacenes, pero las eras han desaparecido prácticamente en su totalidad.